Las unidades móviles de atención son el punto de conexión directo con las mujeres en situaciones vulnerables. Estas unidades se desplazan a áreas de alto riesgo, donde se encuentran las mujeres en situación de prostitución y trata, ofreciendo recursos inmediatos, orientación personalizada y apoyo emocional. Durante cada visita, los voluntarios y profesionales interactúan directamente con las mujeres, creando un ambiente de confianza y seguridad.
La captación no solo implica ofrecer ayuda inmediata, sino también establecer relaciones de largo plazo, donde cada mujer se sienta respaldada, escuchada y comprendida.

2.- Creación de Vínculos y Confianza:
Uno de los pilares fundamentales del programa es el acompañamiento cercano. Los voluntarios especializados en el tema trabajan mano a mano con cada mujer para construir un vínculo genuino, basado en el respeto y la empatía. Las visitas regulares buscan ir más allá de la intervención superficial, permitiendo que las mujeres se sientan acompañadas en todo momento. Este vínculo de confianza es esencial para que se abra la puerta a la aceptación de las herramientas de cambio.

3.- Orientación hacia Casas de Acogida y Rehabilitación:
El siguiente paso en el proceso es ofrecer herramientas concretas que permitan a las mujeres tomar decisiones para su reintegración. En colaboración con entidades especializadas en el apoyo a mujeres víctimas de trata y prostitución, facilitamos el acceso a casas de acogida seguras y programas de rehabilitación. A través de nuestra red de colaboraciones, las mujeres pueden encontrar un espacio seguro donde recibir atención integral (psicológica, médica, social) y comenzar su proceso de recuperación y reintegración.

En colaboración con entidades especializadas, como casas de acogida y centros de rehabilitación, el programa Mujer Virtuosa garantiza que cada mujer tenga un acompañamiento integral, respaldado por una red de apoyo sólida, que le permita reconstruir su vida.

Uno de los pilares fundamentales del programa es el acompañamiento cercano. Los voluntarios especializados en el tema trabajan mano a mano con cada mujer para construir un vínculo genuino, basado en el respeto y la empatía. Las visitas regulares buscan ir más allá de la intervención superficial, permitiendo que las mujeres se sientan acompañadas en todo momento. Este vínculo de confianza es esencial para que se abra la puerta a la aceptación de las herramientas de cambio.

El siguiente paso en el proceso es ofrecer herramientas concretas que permitan a las mujeres tomar decisiones para su reintegración. En colaboración con entidades especializadas en el apoyo a mujeres víctimas de trata y prostitución, facilitamos el acceso a casas de acogida seguras y programas de rehabilitación. A través de nuestra red de colaboraciones, las mujeres pueden encontrar un espacio seguro donde recibir atención integral (psicológica, médica, social) y comenzar su proceso de recuperación y reintegración.

En colaboración con entidades especializadas, como casas de acogida y centros de rehabilitación, el programa Mujer Virtuosa garantiza que cada mujer tenga un acompañamiento integral, respaldado por una red de apoyo sólida, que le permita reconstruir su vida.